Si eres motero seguro que te habrás planteado que en algún momento de tu vida puedes enfrentarte al temible reto de tener que levantar la moto del suelo tú solo. Y es que a pesar de que las motos están diseñadas para estar en posición de rodaje, esto no significa que puedan salvar en todo momento situaciones en las que la gravedad supera toda regla y un resbalón, un despiste o una maniobra incorrecta acaban con moto y conductor en el suelo.
Aquí empieza el problema, porque cualquier moto (incluso las más pequeñas y de menor cilindrada) son máquinas muy pesadas y si como te anticipábamos, estás tú solo para levantarla, tendrás que asumir que el éxito pasará no por que tengas mucha fuerza sino porque tengas clara la técnica que te permitirá ponerla de pie sin arriesgarte a una lesión de espalda o similar por una mala postura o un movimiento en falso.
Dicho de otro modo, si quieres levantar una moto, la fuerza que tengas será importante pero no determinante para llevar a cabo la operación con éxito.
A todo lo anterior habrá que sumarle que el lugar donde hayas caído también puede añadir puntos extra de dificultad a todo el proceso.
Por ejemplo, si el terreno es muy blando y húmedo, si la moto se ha quedado atrapada bajo un guardarrail o si está en un lugar de difícil acceso como pueden ser una cuneta o un terraplén, las labores de levantar la moto del suelo pueden incluso convertirse en una misión imposible. En estos casos lo más prudente y eficaz será usar el servicio de asistencia en carretera de tu seguro de moto y curarse en salud (nunca mejor dicho).
Consejos y pasos a dar para levantar una moto del suelo
En caso de que las condiciones no sean tan adversas como las que acabamos de mostrar y pienses que es viable poder levantar la moto del suelo tú mismo sin ayuda de terceros, entonces, nuestra siguiente recomendación es que leas con mucha atención los consejos que te vamos a mostrar en este punto y que son claves en cómo levantar una moto pesada sin ayuda externa.
Cuando tu moto esté en el suelo, lo primero que debes asegurarte es de que las dos ruedas estén apoyadas en el suelo y no haya riesgo de que la moto eche a andar.
Una vez que hayas comprobado esto, el siguiente paso a dar es apagar el motor, de esta forma si las ruedas no siguen girando la opción de que se mueva es nula.
Ahora tienes que comprobar si la moto está en punto muerto o si tiene metida alguna marcha. Para levantar la moto del suelo este último extremo es necesario por lo que si no puedes acceder a la palanca de marchas para comprobar si hay marcha metida o no, tendrás que proceder a trabar la rueda trasera con algo (una cuerda o similar te pueden servir).
Este mismo proceso de bloqueo lo tienes que llevar a cabo en la rueda delantera, no sea que al ponerla en posición de rodada se mueva, gire y se vuelva a caer y te atrape en la caída.
Es momento de fijarse en la pata de cabra, si al caer esta ha quedado en la parte superior debes sacarla para poder apoyar la moto.
En caso de que la pata de cabra esté “atrapada” contra el suelo, todavía no es el momento de sacarla. Nos toca esperar un poco y tendremos que ponerla más adelante.
Llegados a este punto debes colocarte de espalda a la moto y agarrarla con una mano por la maneta que esté más cerca del suelo. Con la otra mano la agarrarás por el asidero, también desde la parte que esté más próxima al suelo.
Este momento es clave porque es aquí cuando vamos a empezar a levantar la moto del suelo, para ello ponte en cuclillas con las piernas flexionadas y apoya la parte donde termina tu espalda (esto es, tu trasero) sobre el asiento.
Es importantísimo que respetes esta posición tal y como te la estamos describiendo para evitar posibles lesiones de espalda al empezar a tirar hacia arriba.
Controla que estás haciendo fuerza en todo momento con las piernas y nunca con la espalda, esta es la clave.
¡Ya casi lo tienes!
Cuando tengas la moto levantada del suelo con unos 45º de inclinación, esto es que casi está vertical, entonces es momento de dar pequeños pasos hacia atrás que te ayudarán a poner el vehículo totalmente de pie. Para ello, recoloca tus piernas para adaptar tu equilibrio a la nueva posición y que puedas acabar de empujar en mejores condiciones.
En esta posición ya puedes apoyar la moto sobre la pata de cabra que habías sacado al principio porque estaba en la parte contraria al suelo o que habrás sacado con el pie ahora porque estaba del lado del asfalto.
¡Listo, prueba superada! Tu vehículo de dos ruedas está nuevamente en posición de rodaje y tu espalda está a salvo de haber sufrido una lesión al intentar levantar la moto del suelo siguiendo una técnica incorrecta y arriesgada.
Hasta este punto te hemos explicado paso a paso cómo levantar una moto pesada del suelo sin más ayuda que tú mismo, pero si lo que quieres es ganar en tranquilidad y saberte cubierto por un seguro que incluya un servicio de atención en carretera para situaciones como la que hemos descrito, puedes ponerte en contacto con nosotros a través de este enlace.
Pero como suele suceder, una imagen es mejor que mil palabras: